Mientras me hablaba sin mirarme a los ojos, observe sus gestos, entendí que no sabia que decir, echando balones fuera, comprobé su carga de angustia, cuando se fue quitando chaqueta, guantes, bufanda, en pleno mes de enero.
Seguía buscando palabras, para explicarse, para explicarme, seguía sin contar nada.
Mi pensamiento me transportó, ha aquellos años en los que teníamos que estudiar gestos miradas, para presentar un buen trabajo que serviría como puntuación para el examen mas próximo, recordé aquella música que escuchaba en mi habitación compartida, para evadirme de la presión de los estudios, del trabajo, y de los madrugones.
CAMINAR
Hace 2 años
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