Pasan millones de cosas, en nuestro día a día, y muchas pasan desapercibidas...No está en mi ánimo deprimir a nadie, simplemente es, la lectura del diario, una mañana soleada de agosto.
Al salir del café, veo un coche parado el semáforo en rojo, me llamó especialmente la atención. Llevaba la música tan alta que se escuchaba perfectamente a pesar de llevar las ventanillas cerradas. Olvide momentáneamente todo lo que había leído y pensé, con mi ánimo algo renovado por el desayuno, en el día soleado, y en una nueva obra de arte que puede salir de esta sensación agridulce que sentía.
Y me acorde de lo que dice S... las casualidades no existen... os pongo la música que salía del coche..